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lunes, 11 de enero de 2016

APRENDÍ Y DECIDÍ...


Y así después de esperar tanto, un día como otro cualquiera, decidí triunfar... 

Decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades. Y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar... 
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar quién ganara o perdiera.
Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima...
Sino jamás dejar de subir.

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien: "Amigo". 
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento...
"El amor es una filosofía de vida".

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente... 
Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas...

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad. 
Desde aquel día ya no duermo para descansar...
¡Ahora, simplemente... duermo...para soñar...!





sábado, 2 de enero de 2016

FELIZ AÑO 2016

Es fácil tener sueños, es fácil imaginar cumplirlos; pero solo los valientes se atreven a actuar y hacer esos sueños realidad.

Nunca olvides dar gracias a Dios por todo lo bueno que tuviste, por lo que tienes y lo que tendrás.

Que la Paz y el Amor de Dios esté siempre presente en tu vida. Son mis mejores deseos para ti en este "Nuevo Año 2016".

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y
no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo
en todos tus caminos, y él enderezará
tus veredas. No seas sabio en tu propia
opinión; teme a Jehová, y
apártate del mal.

(Proverbios 3:5-7)