Paginas

miércoles, 20 de mayo de 2015

¿Cómo enfrentar un problema?

Muchas veces nos encontramos en situaciones apremiantes, de las cuales no sabemos para dónde correr, o cómo enfrentarlas. Es muy común que de inmediato, al estar sufriendo estas situaciones, cuestionemos a Dios con preguntas típicas como “¿Por qué a mí?” o “¿Por qué justo ahora?”

En vez de cuestionar a Dios con ese tipo de preguntas negativas, mejor piensa de esta forma: ¿No será que Dios quiere enseñarme algo? ¿No será que Dios me está empujando al próximo nivel en mi vida? Tómate un momento y reflexiona en tu situación.

Recuerda lo que dijo el apóstol Pedro: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”. 1 Pedro 4:12,13.

Si estás en una situación que te exige una decisión rápida y acertada, y sientes que no sabes cómo resolverla, recuerda que siempre podemos recurrir a la sabiduría de Dios: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Santiago 1:5

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”. Proverbios 3:5,6

Tienes que saber que Dios está hoy contigo. Está de tu lado y no en contra de ti.

“Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil”. Isaías 40:29

El escritor de la carta a los filipenses nos aconseja: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6,7

Necesitas tener paz en medio de tu tormenta, y esa paz sólo te la puede dar Jesús. Así que si no sabes dónde correr, o si no encuentras dónde esconderte, corre a los brazos de Dios, escóndete debajo de sus alas, que allí estarás seguro.

Hoy Dios te dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”. Salmos 32:8


No hay comentarios.:

Publicar un comentario