"Toda
BUENA dádiva y todo DON PERFECTO viene de lo alto, desciende del Padre de las
luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación."
Pero hay buenas
noticias, la palabra de Dios también dice en Romanos 8:28: "Y sabemos
que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para
los que son llamados conforme a Su propósito."
Eso quiere
decir que aunque estés enfermo, Dios va a usar esa trampa del diablo para tu bien. No solamente serás sanado, sino que a través de tu sanidad
tu y todos a tu alrededor conocerán a Dios.
A este punto
muchos dirás: "Si Dios quiere sanarme, ¿por qué no la hecho aún?"
Tal vez has ido a cientos de doctores, hecho miles de exámenes, probado cuantos
tratamientos hayas escuchado, y aún sigues viviendo con esa enfermedad.
Pues hoy Dios
te dice: No en las fuerzas humanas, sino en las mías. Para Dios sanarte
necesita que tu fe esté puesta en Él. Porque muchas veces creemos que es un
médico quien nos sanará, y no me malentiendan, Dios los usa
maravillosamente para sanar a las personas, pero nuestra fe debería estar en el
Señor y su PODER.
En Salmos
146:9b dice: "...pero frustra los planes de los impíos." Y si
buscamos en un diccionario la palabra impío encontraremos la siguiente
definición:
- Impío: Incrédulo, ateo, que no respeta lo sagrado.
¡Dios frustra los planes de los incrédulos! ¿Quieres saber por qué? Porque Dios no puede actuar en la vida de los incrédulos. El frustra sus planes, para que se den cuenta que solo con la mano de Dios puedes lograrlo.
Salmos 103:3 "El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias".
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