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lunes, 7 de septiembre de 2015

VIVE COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DIA

De alguna u otra forma nos hemos visto afectados por el fallecimiento de alguien cercano. Y cada día nos vamos enterando de la muerte de distintas personas que fallecen debido a causas muy diversas como: enfermedad, accidente, vejez, suicidio, asesinato, guerra, etc.

Lo real es que la impermanencia de la vida es un hecho del que ninguno de nosotros puede escapar. De hecho, este mismo momento podría ser el último de nuestra existencia.

Pensar que algún día dejaremos este mundo, podría afectar directamente en la forma de vivir que adoptamos. No importa nuestra postura ante el tema de la muerte, aun así decidiremos actuar como creamos conveniente, mientras tengamos vida. Es difícil entender que en la vida, existe el tiempo para disfrutar cada momento. Siempre deseamos adelantarnos a nuestro tiempo, o añoramos viejas épocas, pero nunca disfrutamos el momento que estamos viviendo. Cuando somos niños queremos ser ya grandes para hacer cosas de adultos, y cuando estamos en la plenitud de la vida anhelamos volver a ser pequeños y gozar al máximo cada instante. No hemos aprendido a darle el valor a cada momento en la vida, vivimos lamentándonos por lo que no hicimos ayer, o nos preocupamos por lo que haremos mañana, sin abrazar el hoy. Eclesiastés 3:1-8, 11

A través de la biblia aprendemos que Dios nos habla acerca de que todo lo que se hace en la tierra tiene su tiempo. Dios ha dispuesto el momento adecuado para disfrutar de la vida. Hay instantes de trabajar, y otros de descansar. Y concluye “Todo lo hice hermoso a su tiempo”.

Aquí tres principios para disfrutar cada momento:

1. Enfócate en las personas
En ocasiones las personas representan algo secundario en nuestras actividades diarias, los seres que nos rodean pasan desapercibidos. La palabra nos enseñan que el egoísmo es un enemigo claro para poder enfocarnos en las personas. Muchos caemos en el error y guiados por el egoísmo, usamos a las personas para nuestro deleite.

Un joven que desea pasar un rato de diversión con una joven, no se enfoca en las necesidades y sentimientos de ella, sino en sus propios deseos y pasiones. Joven: piensa, analiza y razona, el deseo de Dios es que disfrutes tu juventud, porque él ha hecho todo hermoso en su tiempo. Conocer más a tus padres, hermanos, amigos, ya que puedes aprender mucho de cada uno de ellos. Todo en esta vida tiene su tiempo, no te enfoques en lo que las personas te pueden dar, sino en lo que tú puedes aportar.

Por otro lado, mientras mas buscas a Dios, mientras mas quieres hacer las cosas bien, las personas que mas apegadas están a ti o las que mas quieres, te hacen la vida imposible, hasta parece que Dios es injusto (Eclesiastés 3:18). Pero Dios te demuestra que esto solo es una prueba en la que necesitas ser vencedor para crecer espiritualmente. (Santiago 1:12-15)

2. Establecer prioridades
Lo jóvenes estamos acostumbrados a hacer todo al momento. Un día antes del examen, estamos tan apurados estudiando que nuestro cerebro no llega a procesar todo la información que tratamos de acumular. Muchas veces la vida no se goza con plenitud, por no hacer una planeación correcta de actividades, y dejar todo para el último. Es bueno establecer prioridades en nuestra vida, aquellas actividades que requieren nuestra mayor atención.

No te estoy diciendo que planees claramente cada actividad, pero es importante que tengas en mente aquellos trabajos que requieren esfuerzo y dedicación de nuestra parte. Analiza tus prioridades, y sin lugar a dudas, Dios debe ser la número uno (Mateo 6:36). El tiempo con Dios es una prioridad diaria, acuérdate en realizarla y disfrutar a plenitud cada día.

3. Vive intensamente
La intensidad no radica en hacer todo lo que uno desea, intensidad es hacer algo, pero algo bien. Desecha de tu vida toda tensión y ansiedad, Dios conoce todas tus necesidades y también sabe cómo suplirlas. Vive con intensidad cada momento, no pierdas el tiempo solo preocupándote por lo que harás en el futuro, goza el momento con responsabilidad.

No quieras disfrutar de algo que la vida te traerá más adelante. Sino que alégrate cada día. Muchos de nuestros jóvenes viven decepcionados, por tener que afrontar un embarazo no deseado. Otros queriendo comerse el mundo tan rápido, que nunca consolidaron una buena amistad; y algunos que querían ganarlo todo, pero más tarde se dieron cuenta que perdieron lo más importante, el amor de los suyos (Salmos 92:10).

No quieras correr, cuando puedes caminar y admirar todo lo que Dios ha preparado para ti. VIVE, SIENTE, DISFRUTA, PORQUE TODO LO HA HECHO DIOS HERMOSO EN SU TIEMPO.

Y recuerda siempre vivir como si fuera tu último día en esta tierra, y cuando no estés seguro(a) de si estas tomando la decisión correcta, pregúntate: ¿En mi lugar, lo haría Jesús? Eso te ayudará en tu caminar diario.

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