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jueves, 23 de julio de 2015

CUBRIENDO MULTITUD DE PECADOS

Una gran realidad del caminar cristiano es que nuestro camino en ocasiones no es nada fácil. En muchas ocasiones nos encontramos en situaciones que nos hacen dudar de la Palabra de Dios. Esta duda o incertidumbre causa que algunos caigan heridos dejando de congregarse. Pero ahora la pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué actitud debemos nosotros tomar?

Desdichadamente la gran mayoría de los cristianos solo critican, y a otros no les interesa en lo más mínimo. Pero, ¿qué nos enseñan la biblia?

La biblia nos enseñan que el amor al prójimo tiene que ser de acciones y no solo palabras. (Gálatas 5:14-15). A través de ella aprendemos que como cristianos nosotros no estamos llamados a juzgar y condenar, después de todo, ¿quién eres tú para juzgar? (Mateo 7:1).

La escritura nos revela que no podemos despreciar a aquellos que por una razón u otra se han apartado de los caminos del Señor. No podemos menospreciar a nuestros hermanos en la fe. (Romanos 14:10). Nuestra obligación como creyentes fieles es de ayudar a aquellos que se han extraviado. ¿Permitirás que tu hermano se pierda sin tratar de ayudarle? (1 Corintios 8:11-12). Nunca podemos olvidarnos del hecho que los fuertes estamos llamados a, y somos responsable de ayudar a los débiles. (Romanos 15: 1-2).

¿Qué tenemos que hacer? En vez de juzgar y criticar tenemos que orar por ellos, rogándole al Padre que sean restaurados. (Efesios 6:18). Reflexiona en todo esto por un momento. Cualquiera puede resbalar y caer. ¿Qué si te sucede a ti? ¿Cómo te gustaría que los creyentes que te rodean te traten? (Mateo 7:12). Así que si estás fortalecido en el área espiritual, no critiques y condenes a tu hermano caído, sino extiende tu diestra y ayúdale a levantar. (Gálatas 6:1-2).

En Ezequiel 34 encontramos que la Palabra de Dios nos habla y revela a un pastor que llegaría en busca de las ovejas perdidas y extraviadas. Encontramos que este pastor es Jesucristo, y que Él nos ha encargado a cada uno de nosotros la responsabilidad de continuar Su obra. (Mateo 28:16-20).

Cumplir con lo que Dios nos ha encargado debe, y tiene que ser lo más importante en la vida de todo cristiano fiel. Después de todo, ¿Cómo podremos decir que servimos a Jesús si no hacemos su voluntad? (Lucas 6:46).

Jesucristo dejo la perfección del cielo para venir en busca de ti y de mi, personas completamente extraviadas de la presencia de Dios. Jesucristo nos ha dejado su palabra para fortalecernos y encaminarnos en la voluntad de Dios. Estábamos completamente perdidos y sin esperanza de alcanzar a Dios, pero el Señor nos proveyó el camino (Juan 14:6). 


Ahora ¿si Jesús estuvo dispuesto a dejar la perfección del cielo, qué estás dispuesto tu a hacer por un hermano caído? ¿Solo criticaras sus acciones, o iras en busca de él como Jesucristo vino en busca de ti?


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